El gato del tejado ve todo lo que ocurre en su territorio. Bajo su atenta mirada se suceden las cosas más curiosas e interesantes. Si te subes al tejado con él, serás testigo de reseñas literarias, de cine, televisión, videojuegos... También leerás relatos originales y otras entradas peculiares. Y, por supuesto, si te unes al clan de este gato inquieto, tendrás la oportunidad de perseguir pelusas galopantes. Nos encanta.

viernes, 15 de abril de 2011

La heroína del día

Dejo un relato con el que he participado en el concurso literario de TMB. Lo escribí el último día a las 4 a.m. mientras cabeceaba, y tenía un límite de 4500 caracteres, así que no me siento muy orgullosa del resultado, pero sí lo estoy de haberlo enviado en lugar de abandonar y haberme  ido a dormir... porque nunca termino nada. Así pues, lo cuelgo como muestra de que, aunque sólo sea a veces, le doy un final a mis relatos.

Ah, la maravillosa vida del estudiante en tiempos de crisis. Cuando se acerca el verano, debemos encontrar un trabajo que pague algunos caprichos y, con suerte, la matrícula del nuevo curso. O una parte de ella, dado los actuales precios desorbitados.
            Estaba lamentándome por mi situación, esperando el autobús para asistir a una entrevista de trabajo, cuando una chica más o menos de mi edad se sentó a mi lado. Su aspecto no pasaba desapercibido: vestía con un traje de lolita gótica, combinando negro y colores pastel. Despertó mi envidia; no sólo el vestido tenía aspecto de ser caro, sino que también calzaba unas New Rock y escuchaba música con grandes auriculares de diseño. Para rematar, sacó de su bolsillo un iPhone 4, el teléfono que no me puedo permitir. Eso sí: era rosa. Más hortera, imposible.
            Ajena a mis maldiciones, se puso en pie para subir al autobús que acababa de llegar. Yo me quedé sola en la parada.
            Un instante después de que el vehículo arrancase, bajé la mirada y encontré el teléfono rosa en el suelo. Se le había caído, qué mala suerte... Por fortuna, en ese momento llegaba un autobús con itinerario similar e igual destino al anterior. Decidí subir y, con gesto decidido, me dirigí al conductor:
            -Rápido, ¡siga a ese bus!
            El caballero sonrió con sarcasmo y masculló: “Sí, claro, ahora mismo”. No importaba. Siempre había querido decir esa frase.
Tomé asiento en la parte delantera para no perder de vista el otro autobús en la medida de lo posible. Mientras, ignorando a mi conciencia, comencé a trastear el móvil de aquella chica. Era una maravilla… Y qué fácil habría sido quedármelo. Después decidí ir un paso más allá y leer los mensajes de texto. ¡Ah, entonces me sentí poderosa! Había muchos de un tal Marcos. Bromas internas, recados, mensajes por aburrimiento… Parecía haber mucha confianza entre ellos. Sin embargo, pronto encontré textos sospechosos sobre mercancía misteriosa y otros asuntos indefinidos. Un mensaje en concreto hizo que un escalofrío recorriera mi espinazo.
            “Lleva el paquete al punto A1 a las 17:00. Lo haremos detonar.”
            Con sudor frío en el cuerpo, me pregunté qué hacer. Lo más sensato era avisar a las autoridades y entregar el móvil como prueba. Pero podría ser tarde. Tenía que actuar.
            Llegué a Plaza España a las 16:53, y vi a los viajeros del otro autobús apeándose mientras el vehículo en el que yo viajaba se detenía en la parada pertinente. Aparté a la gente a codazos para bajar (¡ni que fuese hora punta!), y a varios metros visualicé a la chica de negro bajando los escalones hacia el metro. El gentío no me permitió alcanzarla. Una vez en el andén, la vi atravesar las puertas del primer vagón. Yo a duras penas llegué al último, con las puertas cerrándose tras de mí.
            Allí dentro pedí ayuda a dos guardias de seguridad, quienes me siguieron, alarmados, hasta el principio del metro. La chica se nos quedó mirando con gesto asustado cuando nos detuvimos frente a ella.
            Sin mediar palabra, uno de los guardias le arrebató la bolsa que llevaba colgada al hombro y la abrió con urgencia.
            Dentro sólo había una caja de música. Más tarde, la chica explicó que se trataba de un regalo de cumpleaños para la madre de su amigo Marcos, con el que disfrutaba hablando en clave. Me llevé una severa reprimenda de los guardias y, más tarde, de mis padres. Por tener la cabeza llena de pájaros, y por haber faltado a la entrevista de trabajo.
            Al menos, le devolví el móvil a su dueña. Podría haber sido peor… supongo.

5 comentarios:

  1. No está nada mal ^^. Yo eso de escribir con límite de palabras lo llevo muy mal, el relato corto-breve no es lo mío :P

    Mucha suerte para el concurso ;)

    ResponderEliminar
  2. Gracias, Nura :3 . Nah, creo que es imposible que gane con este escrito, me obligué a mandarlo para obligarme a escribir un relato como práctica de escritura XD .

    Yo también llevo mal lo del límite de palabras, sobre todo cuando tienes que hacer un relato entero en una sola página... D:

    ResponderEliminar
  3. Yo llevo mal el escribir en general xD. Me parece admirable que llegaras a escribirlo y no me parece nada mal, ese límite de palabras tampoco da para mucho :D.

    Besos! :)

    ResponderEliminar
  4. Está entretenido :)
    Yo también conocía este concurso, pero me da mucha vagancia participar xD

    besitos!!

    ResponderEliminar
  5. ¡Ánimo a las dos con la escritura! Los concursos de cualquier tipo siempre sirven para practicar, de hecho por eso mismo me animé con este :3 . Y gracias por pasaros y comentar ^_^· .

    ResponderEliminar

Tu opinión siempre será muy útil para el blog, así que agradezco tu participación :3 .

Las únicas reglas que debes seguir son:

1) Respeto. Puedes tener opiniones opuestas a las que reflejo en mis contenidos o a las de otros comentarios, y tú estás en tu derecho a enriquecer los contenidos con tu punto de vista. Pero no faltes al respeto de otro usuario, por favor.

2) ¡No spam! Si quieres que nos afiliemos o que visite tu web, por favor, mándame un mail a raiden.abyss@gmail.com y te contestaré tan pronto como me sea posible.

Entradas relacionadas