Podemos discutir la calidad de Glee como serie (al fin y al cabo, nunca llueve a gusto de todos). Podemos debatir la calidad de sus tramas argumentales, la evolución de sus personajes y sobre todo las relaciones entre éstos, ya que en ocasiones pecan de inconstantes. Lo que no podemos negar es que se ha convertido en una de las series de mayor éxito entre jóvenes. Parece la receta perfecta: canciones, bailes, drama y comedia, además de una mayoría de protagonistas de buen ver.
Sin embargo, tampoco podemos desmerecerla por resultar atractiva desde un punto de vista puramente superficial. En Glee se han tratado temas crudos, como la ausencia de un padre, el embarazo adolescente y, sobre todo, el acoso escolar. Pero su punto fuerte no es éste, sino el filtro por el que pasan todos estos temas antes de llegar al espectador.
Entendedme: no estoy hablando de una película Disney en que los personajes cantan para expresarse. Tampoco estoy hablando de un musical propiamente dicho, en que apenas existe diálogo. Me refiero a algo más cercano a todos nosotros y nosotras, a ese gran refrán que reza (y con perdón por la vulgaridad venidera) lo siguiente: "Cuando el español canta, o está jodido, o poco le falta."
Sí, los personajes muestran su estado de ánimo mediante variadas canciones. Sí, los personajes se muestran alegres o tristes según la canción escogida. Pero en la mayoría de ocasiones, incluso si el golpe recibido ha sido duro, el espectador se ve recompensado con un número final que trata de subir la moral.
También resulta de agradecer, al humilde ver de una servidora, el buen gusto a la hora de seleccionar las voces para la serie, así como los invitados que presumen de voz y ritmo durante el capítulo en el que aparecen. Las maravillosas Idina Menzel y Kristin Chenoweth, el polifacético Neil Patrick Harris, Gwyneth Paltrow...
Entre las voces protagonistas cabe destacar a Lea Michelle, Rachel Berry para los fans de Glee, una cantante que me ha sorprendido gratamente en casi cada una de sus interpretaciones. En las ocasiones en que no ha sido así, la canción le quedaba pequeña a su potencia de voz, como el One more time de Britney Spears.
Y ya que hablamos de Lea Michelle, ella no ha sido una de las protagonistas principales en los Globos de Oro (porque no cuento con la superficial lista de "las peor vestidas de la gala"), pese a estar nominada en la categoría de mejor actriz principal en una serie de televisión. Al final, Glee ha recibido el premio a la mejor serie de televisión, y dos de sus actores se han llevado el galardón a mejor actor y actriz de reparto: Chris Colfer por su papel de Kurt Hummel y Jane Lynch por su interpretación como la terrible Sue Sylvester.
El discurso de Chris Colfer me ha parecido tan agradecido y fuerte como el de su propio personaje en la serie:
Jane Lynch se muestra bastante más entera, pero también agradecida, como cabe esperar:
Podría hablar sobre otros aspectos de los Globos de Oro, pero he preferido centrarme en Glee, dado que este año, lamentablemente, no he podido estar pendiente de los estrenos en cine, de manera que no podría opinar sobre los otros nominados y ganadores en diferentes categorías.
Gracias a Jun por haberme retransmitido los resultados de la gala en riguroso directo =P .
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