Es 2011 y seguimos vivos

Un año más, hemos superado una posible muerte por atragantamiento (de uvas, gominolas, lacasitos, o allá cada uno y lo que trate de ingerir durante la noche de fin de año). Sobrevivimos al "balance de lo bueno y malo cinco minutos antes de la cuenta atrás" (gracias, Mecano). Los más optimistas se dicen a sí mismos que, independientemente de cómo haya sido el año al que despedimos, el próximo será mucho mejor. Los conformistas piensan que basta con que el año que entra sea igual que el que termina, mientras que los negativos empiezan a prepararse para lo malo que queda por venir, porque más vale malo conocido que bueno por conocer.

Algunas llevan las bragas rojas, toman cava con un anillo de oro dentro de la copa, tragan las uvas siguiendo el ritmo de las campanadas con gran esfuerzo y otros lo hacen con el pie derecho plano sobre el suelo, para entrar con buen pie en el año. Después, un brindis para todos y todas. A seguir bien en el 2011.

Este año nos han hecho daño por todos lados. Hemos perdido trabajos, hemos tenido que soportar que nos bajen el sueldo de manera indigna, hemos salido a la calle a quejarnos por ello sin ningún tipo de resultado, hemos sido testigos de cómo se utiliza a un colectivo concreto como chivo expatorio con tal de apartar la vista del auténtico drama social... 

Y, pese a todo, seguimos vivos. Continuamos con ánimo suficiente para celebrar algo tan poco importante en nuestra vida diaria como Nochevieja, para tomar doce uvas por mera tradición, para brindar con un anillo de oro en el cava, para buscar las bragas rojas que, todas sabemos, no tienen poder para darnos suerte; tragamos la última uva con el pie derecho en el suelo y,después brindamos con los presentes. "¡Feliz 2011!", exclamamos, pese a que sabemos que tendremos muchas desgracias que afrontar en el año venidero. Que existe la posibilidad de que perdamos a algún preciado miembro de nuestra familia, que lloraremos lágrimas de sangre por conservar un trabajo y un sueldo casi ridículo que no nos lleva a ninguna parte, que cada día estamos más cerca del sinsentido social, si no es que ya nos encontramos en el núcleo y todavía no somos conscientes de ello.

Somos los héroes del 2010 por el mero hecho de sobrevivir. Para mantenernos igual durante el 2011, tendremos que esforzarnos. Para mejorar, debemos hacer lo imposible. 

¿Lo haremos?

Feliz 2011, felicidades por continuar vivos.