Llevaba tanto tiempo allí, que ya ni tan siquiera recordaba su nombre.
Llevaba tanto tiempo allí, que ya ni el propio tiempo significaba algo para ella
Dormía tanto como su cuerpo le permitía y, cada vez que despertaba, creía que empezaba un nuevo día, pero no tenía modo de saber cuánto llevaba encerrada. Al fin y al cabo, ¿cómo sabes cuántas horas han pasado en un planeta en el que el sol pasa tres meses sin aparecer?
Al principio, creyó que lo soportaría. Que, al fin y al cabo, no iba a estar sola; podría hablar con sus compañeras de celdas contiguas. Y tendría la inmensidad del universo para observar hasta el fin de su penitencia.
Pero no había sido así. Las otras mujeres habían tardado menos que ella en perder la noción del tiempo. A la mayoría se le había ido la cabeza, y ahora desvariaban. Ella huía de sus miradas y sus palabras con lógica propia, temerosa de acabar inundada de los miedos y los mundos abstractos del resto.
Su único modo de entretenimiento era observar los cazas que salían de la base de vez en cuando. A veces, se imaginaba que iba dentro de uno de ellos y podía escapar de allí.
No tenía adónde volver, pero su única ilusión era sentirse libre durante un último momento de su vida.
******
-Oye, chica… -llamó la mujer de la celda de enfrente.
Antaño, había conocido su nombre. Tal vez, incluso habían sido amigas.
Ella se giró en la manta sobre la que se encontraba estirada. Le dio la espalda a la mujer para hacerle entender, de nuevo, que no quería hablar con ella.
-Eeeeh… -insistió- Tengo información que te interesa…
Su voz sonaba débil y desesperada.
Finalmente, decidió darle una oportunidad.
-¿Qué quieres?
Llevaba tanto tiempo sin hablar, que no esperaba que su propia voz pareciera tan cansada.
-Eres libre –dijo.
-¿Qué?
-Eres libre.
Luego, la mujer se echó a reír. Ella le dedicó una mueca de desagrado y volvió a acostarse.
Sin embargo, no se trataba de una broma. Pasaron unas horas hasta que escuchó el sonido de la puerta de su celda abriéndose. Un apuesto hombre de ojos azules aguardaba en la entrada.
-Es ella –dijo alguien a quien no pudo ver-. ¿Verdad?
El hombre le tendió una mano y sonrió con amabilidad.
-Vamos. Eres libre.
Sus palabras hicieron que la mujer de enfrente estallase en una carcajada.
Aceptó la mano de su salvador y se puso en pie para seguirle. Primero, unas trabajadoras le dieron una ducha a conciencia. Después, cepillaron su pelo y le cortaron las puntas.
Cuando se vio en el espejo por primera vez en tantísimo tiempo, no supo reconocerse. No aceptaba su propia imagen.
*****
Horas más tarde, se encontraba en el hangar. El hombre de ojos azules la estaba ayudando a subir a un caza. Parecía ser que la iban a dejar sola en su viaje de vuelta… Pero, de vuelta ¿adónde?
-No sé pilotar –dijo en un hilo de voz.
-No debes preocuparte; tiene un piloto automático. Te llevará a casa sin que tengas que hacer nada.
*****
Llevaba una eternidad durmiendo cuando la luz la obligó a abrir los ojos.
Se encontraba en el espacio, viajando en un caza con toda la libertad que podría haber imaginado, incluso si su trayectoria parecía ir dirigida directamente a la estrella.
Aunque el calor se hacía cada vez más insoportable, estaba volando. Ya no había barrotes ni cadenas. No había caras extrañas, una vez conocidas, que trataban de arrastrarla a un mundo de oscuridad.
Lágrimas de puro placer corrían por sus mejillas; era maravilloso. Pronto conseguiría su recompensa. Y su libertad eterna.
Me encanta tu relato y te puedo asegurar que le has dado el enfoque exacto.Genial...Besitos.
ResponderEliminarMuy buen relato, bien narrado. Y el giro del final queda perfecto. Yo soy incapaz de escribir relato corto :P (Aunque la ID diga otra cosa, soy Nura xD).
ResponderEliminarHola, Tifa!!
ResponderEliminarMe encantó el relato, es sin duda original e inesperado.
Me parece que debería ser plural acá "parecía ir dirigida directamente a la estrella".
Por cierto, el aspecto del blog es nuevo, no? Me encanta! Me encanta la imagen del gatito, ¿es tuyo? Yo tengo dos, tengo fotos de ellos en mi blog también :-)
Besos!
Hola Tifa, es la primera vez que te visito.
ResponderEliminarLa verdad que tienes una imaginación muy prolífera. Inquietante y original relato, la frase le viene como anillo al dedo.
Muy interesante aporte!!
Un abrazo!!
Me ha encandilado tu relato. Aunque todas son incógnitas, no se necesita que sean respondidas, la esencia es lo importante y tú la has sabido mostrar muy bien :)
ResponderEliminarTifa: Un muy buen relato que atrapa y va llevando al lector por un mundo desconocido y fascinante.
ResponderEliminarFelicidades: Doña Ku
me ha encantado el relato, es muy original
ResponderEliminar¡Muchas gracias por todos los comentarios! *_*· Yo todavía tengo pendiente pasarme para ver el del resto de compañeros, ¿por qué siempre voy de culo? xDDD
ResponderEliminar@Nura: Sabía que eras tú, precisamente hace poco estuve chafardeando tu perfil en la editorial con la que vas a publicar, mwahahaha =Þ (quería ver si ya había salido tu novela XD).
@Maga: Mil gracias por leer y pensar en corregir, porque se me olvidó el plazo de Adictos y terminé escribiéndolo a última hora... Mientras hacía tantas cosas a la vez, que no pude releer mi propio escrito ^^·UU . Ahora le echaré un vistazo a lo que has dicho y también en general, ¡gracias! :3
¡Hola! ¡Me conmovió mucho la historia de esta chica, yo espero que haya logrado ser feliz! :) ¡Gracias por compartir tu relato! ¡es muy bueno! :)
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